Formación Presencial VS Formación Online
En
estos tiempos donde la tecnología convive con nosotros y dada la crisis
sanitaria del Covid-19, se ha despertado con más fuerza algo que en realidad
lleva años entre nosotros, que es la formación online, teleformación, o eleraning.
Al
vernos obligados a pasar más tiempo en nuestras casas revisamos más aún las
páginas de internet, las redes sociales, la televisión… y todo está plagado de
cursos gratuitos, webbinar sobre esto y lo otro, reuniones virtuales,
encuentros en la red.
Los
que nos dedicamos al mundo de la formación presencial hemos tenido que
adaptarnos y escuchar comentarios del tipo: “pues hazlo online y ya está”, como
si fuera tan sencillo. Por supuesto que estamos al día, que hacemos uso de las
nuevas tecnologías, y que dadas las circunstancias nos adaptamos a la situación.
Sin embargo, esto no es ni tan maravilloso ni tan fácil como algunos lo quieren
mostrar.
A
raíz de la publicación de diferentes ordenes, resoluciones, decretos, como por
ejemplo la Resolución del 15 de abril de
2020, del Servicio Público de Empleo Estatal, por la que se establecen en su
ámbito de gestión, medidas extraordinarias para hacer frente al impacto del
Covid-19 en materia de Formación Profesional para el Empleo en el ámbito
laboral, donde se ofrecen algunas posibilidades de convertir formación que
estaba aprobada en modalidad presencial a formación online o a través de un
aula virtual, parece que se ha abierto una caja de pandora y que la
teleformación es el milagro salvador. Sin embargo existen muchos requisitos y
matizaciones, que no hacen que sea precisamente un camino de rosas y que en
muchos casos imposibilitan esta acción. Por no mencionar, que la formación
privada de certificados de profesionalidad y especialidades en Andalucia está
regulada por la Junta de Andalucía, que siguen trabajando en ello, pero aún
no ha publicado resolución con propuestas que permitan la continuación de la
formación.
En
concreto, nuestro sector, el de Seguridad
Privada, no podía acogerse en ningún caso a estas medidas puesta que se
rige por otro lado por la normativa del
Ministerio del Interior: Ley 5/2014 de 4 de abril de Seguridad Privada,
Real Decreto de 2363/1994, de 9 de diciembre, por el que se aprueba el
Reglamento de Seguridad Privada, Orden INT/318/2011, de 1 de febrero sobre
personal de seguridad privada, Resolución de 12 de noviembre de 2012, de la
Secretaria de Estado de Seguridad, por la que se determinan los programas de
formación del personal de seguridad privada.
En
esta normativa solo se contempla la posibilidad de que pueda realizar un 50%
de las horas de formación a distancia o de forma no presencial. Esto se
fundamenta en el hecho de que gran parte de la carga lectiva en este tipo de
formación es inminentemente práctica: preparación física, defensa personal,
armamento, ejercicios de tiro, primeros auxilios, uso de aparatos de rayos x,
prácticas con perros, etc.
No
obstante con toda esta crisis sanitaria y el boom de formación online todos han
querido subirse al carro y quieren hacerlo todo desde casa. Incluso se han
adelantado buscando una solución para las empresas de seguridad, ya que han sacado
una orden que solo hace referencia a los cursos de actualización del
personal de seguridad de privada (Orden
INT/369/2020 de 24 de abril, por la que se adoptan medidas excepcionales en materia
de formación permanente de los vigilantes de seguridad)
Ahora
todos quieren hacerlo todo a través de teleformación, pero esto no es posible,
porque la normativa sigue sin permitirlo en casi todos los casos y tipos de formación
(sólo lo permite de forma excepcional en los cursos de reciclaje de vigilantes
de seguridad), además como decíamos hay materias que son totalmente prácticas,
y por otro lado la experiencia nos ha demostrado que aquello que creen que
puede realizarse de forma no presencial suele ser de difícil entendimiento para
el alumnado y se afianzan mucho mejor los conceptos en el aula física.
Es
comprensible el miedo que ha generado este virus, el tiempo que hemos vivido de
confinamiento, el bombardeo de información, las contradicciones, los datos
numéricos que nos han ido mostrando y la continua venta del maravilloso mundo
de la teleformación. Pero que conste que detrás de una plataforma siempre hay
un grupo de personas, y que supone un trabajo y un esfuerzo crear todo el
engranaje que hay detrás, los tutores se preparan y preocupan por el buen
funcionamiento y nada es cuestión de magia sino de trabajo duro.
Como
centro de formación, en Academia FYE,
buscamos adaptarnos a las necesidades de nuestros clientes, pero siempre
debemos regirnos por lo que nos indica la normativa. Por ello hemos adaptado nuestro
plataforma para su uso para las empresas
de seguridad en estos momentos difíciles y preparados para que en caso
de que la Junta de Andalucía lo autorice pudiese reanudarse la formación a
través del aula virtual lo antes posible para nuestros certificados de
profesionalidad que se quedaron a medias. Así como esperando indicaciones
de aproximaciones a la posibilidad de impartición en las aulas para
reanudar los cursos que conllevan presencialidad de forma obligatoria.
No
obstante, esto es solo algo temporal, por la situación excepcional en la
que nos encontramos, y estamos preparando todas las medidas y materiales necesarios,
para volver en cuanto lo permitan con la máxima seguridad posible en todos los
ámbitos. Sin duda, la formación online nace para facilitar la vida a las
personas, flexibilizando en tiempo y espacio, pero no olvidemos que no todo el
mundo tiene los medios ni los conocimientos adecuados, ya que no es igual
conectarse desde el móvil que en un ordenador, concentrarse o leer uno solo que
teniendo el apoyo de un grupo y un profesor presente. No es igual ver un video que poder verlo en
persona, comentarlo, o incluso practicar algo. No es igual verlo que vivirlo.
Por
nuestra parte, aún contando con los medios tecnológicos como apoyo, seguiremos
apostando por la formación presencial, porque creemos en la importancia de
la cercanía física de los docentes, la esencialidad del grupo para facilitar y
favorecer el aprendizaje, la realización de prácticas en el aula o fuera de
ella, el uso de dinámicas de grupo, metodologías abiertas y flexibles,
utilizando incluso el juego como método de enseñanza en adultos. Somos seres
sociales y aprendemos a través de los demás. Nacemos con la capacidad de
hablar, pero son los demás los que nos enseñan a hablar.
No
es tarea fácil lidiar con grupos de adultos, pero creemos en las personas, nos
gusta lo que hacemos y no hay nada más gratificante que ver a nuestros alumnos y
alumnas con su uniforme de vigilante. Nos vemos pronto.
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